Literature
Mariposas de ceniza
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Corría por las calles desiertas esquivando todos los obstáculos en su camino, levantaba la vista cada dos por tres para que no se escapara su objetivo, a veces reía, otras lloraba, pero no paraba de correr. Corrió hasta que se le olvidó por qué lo hacía y adónde se dirigía.
El cielo ennegreció más deprisa que de costumbre, a sus espaldas la ciudad ardía por completo, transformada en un infierno irrespirable.
La niña de ojos grises y pies descalzos se detuvo, alzó el rostro tiznado hacia la luna -eso que asomaba en el cielo rojizo como una moneda de plata a medio enterrar-, inclinó la cabeza y es